Alcohol, ¿Sí o no?
La respuesta debe matizarse
Parece que tomar un poco de alcohol reduce el riesgo de sufrir enfermedades coronarias. Pero la cantidad que se considera beneficiosa es muy pequeña. Hay riesgos evidentes… y adicción.
Trucos salvadores
Si quieres mantenerte en los límites de seguridad sin parecer una aguafiestas, hay algunos trucos que puedes llevar a la práctica muy fácilmente. El primero que has de recordar es que cuando se bebe es mejor comer algo: con el estómago vacío, la absorción de alcohol es mayor.
El alcohol beneficioso con limitaciones
Decir que el consumo de bebidas alcohólicas disminuye el riesgo de sufrir enfermedades coronarias parace arriesgado, aunque es cierto según se desprende de las investigaciones más recientes sobre el tema. Pero el terreno es resbaladizo y conviene ser muy cauteloso a la hora de recomendar el alcohol. Siempre será más prudente la abstención total que el más ligero abuso. Las investigaciones aludidas limitan la ingestión de alcohol a una modesta cantidad de 20-30 gramos diarios para que resulte beneficioso para el corazón; no obstante, en un terreno en que siempre prosiguen los estudios, se insinúa ahora que parece existir cierta relación entre el consumo de alcohol y un aumento del riesgo de sufrir cáncer de mama y de intestino grueso.
Un buen vino para acompañar una buena comida
Es cierto, pero procura tener siempre agua en la copa y bebe el vino sólo como acompañamiento de la comida, no para quitarte la sed.
El vino, con tinto…
Según los expertos, el vino, y en concreto el tinto, es la bebida alcohólica más saludable. Pero se ha de beber con moderación si no queremos que se transforme en veneno. Por otra parte, un poco de vino en las comidas (o de otra bebida de poca graduación como la cerveza, la sidra o el champán o cava), además del placer gastronómico que proporciona, ayuda a digerir los alimentos.
Una buena alternativa a los alcoholes fuertes
la cerveza es una bebida alcohólica de baja graduación. Si te gusta es una buena solución para beber <largo> sin graves consecuencias.
El alcohol es un vicio <social>
Ése es en gran parte el problema, pues ello puede conducir, insensiblemente, a beber mucho más de la cuenta. En casi cualquier reunión, tanto familiar como de negocios, ofrecer unas copas es un gesto habitual. Y a poco que se prolongue la fiesta, acabarás bebiendo no una, sino varias; más, en definitiva, de lo aconsejable, y de lo admitido si has de conducir.
¿Martini o daiquiri?
En una reunión puedes optar, si lo prefieres, por tomar una bebida sin alcohol en lugar de un martini seco o un daiquiri. Si te ven con un vaso en la mano, nadie se empeñará en que tomes otro.
Del hábito se puede pasar fácilmente a la adicción
¿Te parece demasiada insistencia? No lo es. Lo del alcohol es un tema peligroso; del hábito se puede pasar fácilmente a la adicción y a la dependencia. Y no olvidemos que el alcoholismo es una grave lacra social. Por tanto, piensa que el alcohol, si te gusta, es para saborearlo. Una copa de vino puede ser un placer, qué duda cabe. Pero evita que se convierta en una necesidad.