Nuestra estructura
Valor del sistema de sostén
El esqueleto, con los músculos y las articulaciones, compone el aparato locomotor, conjunto de estructuras que podemos mejorar con el ejercicio físico, para así facilitar nuestros movimientos y nuestra relación con las demás personas.
Nuestra fotografía… por dentro
Ésta es la arquitectura del ser humano. Mejorando el modo en que el esqueleto sostenga el cuerpo, mejorará también la forma de éste.
Cómo es el sistema óseo
El esqueleto, que sitúa al ser humano encabeza del grupo de los vertebrados, forma parte de la rígida del aparato locomotor y está constituido por un eje central y una serie de prolongaciones. En la parte superior de ese eje está el cráneo; en el centro, la columna vertebral, y en la parte inferior los huesos de la pelvis. Las prolongaciones a las que nos hemos referido son las extremidades superiores e inferiores y las costillas.
Sostener y proteger
El esqueleto tiene como misiones principales las que mencionamos a continuación: la de sostén, que mantiene la forma corporal, y la de protección de las estructuras delicadas principalmente las que se encuentran en el interior de algunas zonas como la cavidad craneal, que aloja el cerebro; la columna vertebral, que contiene la médula espinal, y la caja torácica, que protege el corazón, y los pulmones.
La inmóvil base del movimiento
La pelvis está formada por una serie de huesos que se articulan entre sí de tal manera que no tienen la capacidad de efectuar movimientos.
Y además, crecer
Los huesos también tiene una función de crecimiento propio, que implica el crecimiento de todo el cuerpo. En los primeros 20-25 años de vida, los huesos crecen el longitud y en anchura, determinando la estructura y constitución de la persona.
Una fábrica de sangre y un almacén
En el interior de los huesos se halla un tejido blando, la médula ósea, que tiene la importante misión de fabricar, a partir de unas células contenidas en su interior, todas las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Además, los huesos son la <> de nuestro organismo, pues e ellos se almacenan una gran cantidad de sales minerales, especialmente calcio.
Cuidado con el desgaste
No es posible hablar de los huesos sin hacer referencia a las articulaciones, estructuras muy complejas que hacen posible que los huesos que están conectados puedan desplazarse sin un roce excesivo y, por tanto, sin que se produzca un gran desgaste de los mismos.
Mucho movimiento
Según su grado de movilidad, las articulaciones pueden ser: sinartrosis, carentes de movilidad; anfiartrosis, con un mínimo grado de movimiento, y diartrosis, que permiten efectuar movimientos amplios. La articulación de la rodilla es de esta última clase, con superficie articular lisa y recubierta por una capa fina de tejido cartilaginoso.
Planos de giro en el antebrazo
La articulación del hombro es del tipo rótula, que permite gran libertad al girar. La del codo es de bisagra, destinada a operar en un solo plano.
Un sistema de amortiguadores
Las vértebras, huesos cortos con tejido esponjoso en su interior, están separadas entre sí por los discos intervertebrales, con la misión de permitir los movimientos de la columna y actuar como almohadillas elásticas, ejerciendo una acción amortiguadora gracias a su comprensibilidad.