Cuando te miras, ¿haces un gesto de desagrado? Piensa si tu aspecto es equilibrado; esto bastara para saber como estas. Los extremos no son lo más deseable.
La belleza
El concepto de belleza femenina ha ido cambiando con el transcurso de los tiempos.
¿Esta imagen es la que tu desea?
Tal vez no te lo plantees con frecuencia, tal vez hasta te olvides de mirarte al espejo o lo hagas muy maquinalmente, cuando dedicas unos apresurados momentos a tu aseo matinal. Pregúntatelo ahora. Pero tomate unos minutos, con calma, sola, si ser demasiado benévola contigo misma ni demasiado exigente tampoco (no estamos pensando en ganar un concurso de belleza ). Y contesta sinceramente a esta pregunta: ¿estás satisfecha de tu imagen?
Espejito, espejito…
No le preguntes si eres la más bella. No estamos en el cuento de blanca nieves y su hermosa y pérfida madrastra. Nuestro mundo es real y se trata de saber si la imagen que te devuelve el espejo te pone de mal humor o te hace sentir bien.
La belleza ideal ha ido cambiando con los tiempos. Hoy puede resultar muy atractivo un rostro cuyas proporciones vulneren las establecidas en la antigüedad; por otra parte, paso hace tiempo la admiración por las opulencias de las modelos de Rubens, y en la actualidad tratamos de conseguir una figura mucho más estilizada y dinámica. Porque tampoco están de moda, ni mucho menos, las languideces enfermizas de una margarita Gautier…
Analicemos. Lo que ves reflejado no son únicamente características físicas. El espíritu esta también hay. El entusiasmo por la vida se translucirá en tu porte o tal vez aparezca en la superficie puridad ese desanimo que te domina en los últimos tiempos. Estudia detalladamente tu propia imagen y saca saquemos conclusiones.
Como eres y como querrías ser
Entre las cosas que no te satisfacen hay muchas que puedes modificar. No te será difícil observarlas y, mediante el ejercicio, el régimen (que puede ser para adelgazar, para engordar o simplemente para seguir una alimentación equilibrada), el masaje, el peinado o el maquillaje, conseguirás que, transcurrido algún tiempo, puedas sonreír contenta a tu propia imagen, mucho más próxima ya al ideal que perseguías.