El sueño y el insomnio; Dormir descansando
Nuestro organismo necesita el reposo del sueño, pero muchas veces el insomnio nos impide el descanso.
¿Necesitamos dormir?
Evidentemente: dormir es necesario porque durante el sueño nuestro organismo interrumpe las actividades nerviosas y psíquicas conectadas con la vida de relación y regeneran las energías necesarias para la actividad cotidiana. Así, descansar bien es una prioridad y hemos de hacer lo posible por lograrlo.
¿Cuántas horas debemos dormir?
La tendencia más general recomienda ocho horas de sueño, pero esto varía mucho según la edad y las condiciones psíquicas y físicas: lo importante es levantarse descansados y sintiéndose con energías para afrontar el desgaste de una nueva jornada. Hay quien lo consigue con cinco o seis horas de sueño; otras personas necesitarán las ocho horas famosas o aún más; pero incluso eso cambia según el período que estemos atravesando: en determinadas épocas parece que nuestro organismo pide un tiempo más prolongado de reposo o se adapta a menos sin acusar cansancio.
El desagradable insomnio
Lo malo empieza cuando, por más que lo intentemos, no logramos dormir o nuestro sueño es muy inquieto. Si te ocurre esto, no te precipites al fracaso de somníferos. Antes se puede recurrir a otros medios naturales para tratar de resolver el problema.
Hora de soñar…
Si el tiempo lo permite, duerme con la ventana abierta. De lo contrario, es conveniente, por lo menos, que tu dormitorio se haya ventilador bien antes de acostarse.
Recursos contra el insomnio
Uno de los recursos más simples es no irse a dormir… hasta que se tiene sueño. Si una noche, a la hora habitual de acostarse, te parece que estás completamente despierta, aprovecha el tiempo para hacer algo que tengas pendiente. Así evitarás el dar vueltas y más vueltas en la cama intentando dormirte, que es el sistema más seguro para no conseguirlo. Un baño templado con alguna sustancia que favorezca la relajación es también una ayuda eficaz… y agradable. También es eficaz meter en una bolsita parecida a un sobre unas plantas sedantes: hojas de laurel o lúpulo con alguna otra como manzanilla, lavanda, menta piperita, toronjil, tomillo… La almohadilla, que no debe ser gruesa para que resulte cómoda, se mete a la almohada o se coloca junto a ésta.
Otras recetas que pueden ayudar
A veces va bien beber una infusión (existen muchas recetas) o un vaso de leche caliente con un poco de miel; los ingleses recomiendan comer una manzana. Otro consejo es dar un paseo una hora antes de acostarse… O bien pueden intentar dibujar mentalmente, despacio, el número 3… En fin, prueba todos los recursos inofensivos antes de recurrir a los medicamentos que, en cualquier caso, deben ser recetados por un médico.
Cuando no consigas dormir, procura no ponerte nerviosa. Sólo empeorarías la situación.
Deja esos medicamentos
Existen otros recursos naturales contra el insomnio. Deja los medicamentos para casos muy especiales y tómalos sólo si te los receta el médico.
Viva la placidez
Un poco de ejercicios antes de acostarte, una infusión adecuada o la almohadilla de plantas aromáticas hacen maravillas..
