A lo largo de la vida va cambiando nuestro metabolismo
No consumimos siempre la misma cantidad de energía. El gasto energético disminuye con la edad y varía con la actividad. Por eso, debemos vigilar nuestro peso: los cambios indicarán si la relación entre energía ingerida y energía gastada ha dejado de ser óptima.
Necesidades energéticas de los niños
El cálculo de 35-40 kcal por kilogramo de peso no tiene nada que ver con las necesidades energéticas de los niños pequeños, a pesar de que toda su actividad se reduzca al gasto metabólico y a sus primeros juegos. Pero no hay que exagerar, empeñándose en atiborrarlos para que crezcan, como hacen algunas madres a quienes enorgullece exhibir un niño gordito. Las madres de familia deben conocer las verdaderas necesidades energéticas de sus hijos y ajustarse a ellos en lo posible. Ya en 1975, la entrada de energía que recomendaba la FAO para niños de corta edad era:
1-3 años y peso aproximado de 14,3 kg 1.360 kcal
4-6 años y peso aproximado de 20,2 kg 1.830 kcal
7-9 años y peso aproximado de 28,1 kg 2.190 kcal
Otras tablas dan unas cifras ligeramente inferiores.
La hora de la verdad
Para llegar a este momento los atletas han pasado muchas horas entrenándose, la práctica de deportes duros implica un mayor gasto energético.
Una edad difícil
La FAO inicia la clasificación de adolescentes a partir de los 10 años y separa ya varones y mujeres. Veamos lo que se refiere a las chicas:
10-12 años y peso aproximado de 38 kg 2.350 kcal
13-15 años y peso aproximado de 50 kg 2.490 kcal
16-19 años y peso aproximado de 54,4 kg 2.310 kcal
Observa el descenso habido en este último grupo; para una mujer adulta moderadamente activa, con un peso de 55 kg, la FAO recomienda 2.200 kcal/día, 300 menos de lo que nos indicaba la tabla del tema anterior, que igualaba el gasto energético de varón y mujer. La adolescencia es un período de desarrollo físico notable que coincide, por otra parte, con un cambio no menos importante en el aspecto mental y emocional.
Durante la infancia y la adolescencia resulta imprescindible controlar, además de la cantidad, la calidad de los alimentos. Deben figurar siempre en el régimen alimentario de los jóvenes las proteínas de buen valor biológico y todas las vitaminas y sales minerales necesarias para el crecimiento y desarrollo muscular adecuados.
La nieve también quema
Ahora no nos referimos a una sensación, queremos decir que quema energía. Ponerte en forma para la temporada de esquí requiere un buen entrenamiento: los músculos deben ser fuertes y las articulaciones flexibles.
Marchar sobre ruedas
Si necesitas un ejercicio mayor que la carrera suave, el patinaje puede servirte. Pero has de tener unas cualidades imprescindibles: agilidad y buena coordinación.
Trabajo manual duro
El gasto energético de las personas que tienen una actividad manual o deportiva muy dura es más elevado. En estos casos, las mujeres entre 16 y 40 años pueden requerir unas 2.700 kcal para cubrir sus necesidades. De los 41 a los 59 años, bastarán unas 2.500 kcal.
Campesina o jardinera
En cualquier caso, cuidar del huerto o el jardín haciendo personalmente todas las tareas, representará un gasto energético bastante alto.